Lavar mezclilla para crear una apariencia nueva y creativa, además de una sensación que por décadas ha sido una obsesión por los diseñadores de moda. Desde que comenzó, el lavado de mezclilla ha evolucionado en diferentes estilos y técnicas, donde cada uno de ellos tiene su propio atractivo distintivo. Es el lavado el que da a la prenda su carácter.

La mezclilla lavada es tanto frotada como gastada con piedras y otros materiales abrasivos (lavado mecánico) o tratado con lejía y otras sustancias que alteren el color (lavado químico).

Lavados a piedra con piedras volcánicas o pómez añadidos a las prendas durante los procesos de lavado al igual que el arenado puede llevar a fuerte abrasión de las prendas. Mientras estos procesos proveen el degradado de color esperado, también puede dañar los cierres en cierta medida. Estos lavados pesados pueden dejar obvios rasguños y raspones en las superficies mecánicas de los componentes del cierre (incluyendo los dientes / elementos, deslizadores, paradas superiores e inferiores). El grado de daño puede variar dependiendo del tamaño y radio de las piedras, los tiempos de lavado, la carga de prendas, etc.

El cierre debe permanecer cerrado siempre hasta arriba antes de cualquier lavado.

¿Qué puede salir mal?

• Condiciones severas de procesos de lavado
• Enjuague ineficaz
• Control inadecuado de adición química

Debido a la abrasión química en las superficies metálicas, puede desprenderse polvo metálico de los componentes de cierres y la mezcla de este polco, fragmentos de piedra y suciedad pueden permanecer en las superficies metálicas de los cierres. Cuando entran en contacto con la tela de la prenda, puede causar manchas. Las manchas pueden verse más obvias en prendas de colores claros (imagen 1).

A diferencia de las manchas causadas por reacción química, esta mancha es físicamente vinculada a la superficie de la tela. Por lo tanto, puede ser removida lavando con solvente o detergente orgánico.

Para prevenir las manchas no deseadas en la prenda, los cierres deben protegerse de cualquier contacto directo con objetos duros p.e. piedras) durante los lavados de prenda. El proceso de lavado minimizará este problema asegurando que el cierre está cerrado hasta arriba y cubierto por la tela de la prenda.

Los elementos / dientes pueden dañarse / separarse durante el proceso húmedo (imagen 2) si el cierre es abierto / jalado a la fuerza dentro de la máquina de lavado. Además, dichos objetos como piedras pómez pueden rasgar la superficie de los componentes del cierre, en ocasiones exponiendo el sustrato interior.

Para minimizar el riesgo de la caída de dientes, el cierre debe mantenerse cerrado hasta arriba siempre durante todos los ciclos de lavado.

Durante procesos húmedos, mientras que las prendas están secándose en la máquina de lavado / secado, los cierres se golpean / friccionan repetidamente contra la pared interior de la máquina. Si no están cerradas y protegidas apropiadamente, dichas partes pequeñas como la caja de retención o herrete podrían ser atrapados en los hoyos pequeños de la máquina, jalados / torcidos repetidamente por la prenda y pueden terminar dañados o rotos (imagen 3).

Cerrando el cierre hasta arriba antes de cualquier lavado reducirá este riesgo.

La cinta transparente es adherida con calor en los extremos inferiores de los extremos abiertos de los cierres para fortalecer la cinta durante su uso para prevenir el deterioro.

Durante los procesos de lavado, las prendas son secadas y exprimidas en la máquina y los extremos de cinta también se exprimen / tuercen y pueden ser rasgadas y dañadas (imagen 4).

De esta forma la adhesión de la película en la cinta es debilitada y si están sujetas al calor (p. e. secado o planchado), el adhesivo puede derretirse. La película puede desprenderse de la cinta, volverse dura, crujiente y blanca (imagen 5).

Los refuerzos de película basados en tela brindan mejores resultados. Cerrando el cierre y protegiendo / cubriendo la parte final del cierre con tela puede mitigar este problema.