El futuro es digital

El consumidor de prendas de vestir y las ventas al por menor están evolucionando como nunca antes.

Los consumidores, cada vez más astutos y exigentes, están cambiando significativamente cómo, cuándo y dónde compran. El comercio electrónico continúa ganando popularidad, impulsado por innovadores modelos comerciales de tiendas exclusivas en línea como Amazon y ASOS. Estos nuevos participantes también han aumentado las expectativas de los consumidores, proporcionando una variedad de elección cada vez mayor, así como innovación, disponibilidad y personalización, al mismo tiempo que satisfacen las demandas en torno a la calidad, la competitividad de los precios y el suministro ético.

En un sector intensamente competitivo, estos cambios han tenido un profundo efecto en las marcas y en sus socios de la cadena de suministro, quienes han comenzado a responder de diferentes maneras y con distintos grados de complejidad y urgencia para abordar los nuevos desafíos a los que se enfrentan ahora.

Algunas empresas han continuado en su ‘búsqueda de la aguja más barata’ en los mercados en desarrollo. Sin embargo, esto viene con su propio conjunto de desafíos en materia de recursos, capacidad, cumplimiento e infraestructura. Otras empresas se han desplazado hacia una mayor integración vertical o actividades de empresa conjunta. Y otras han respondido con iniciativas de progreso en torno al inventario gestionado por los proveedores, la proximidad del suministro y las inversiones en territorio nacional.

Si bien todas estas respuestas sin duda ayudarán a mitigar estos cambios, se necesita un cambio de paradigma en la forma en que operan las marcas y los fabricantes, especialmente en su enfoque para el abastecimiento y el desarrollo de productos. Un catalizador clave para la transformación de las marcas de vestuario y sus socios de la cadena de suministro se encuentra en la adopción de tecnología digital.

Un informe reciente de McKinsey resume de manera convincente el potencial que tiene la digitalización para la industria:

La digitalización podría permitirles a las empresas de vestuario lograr un cambio gradual en el desempeño, transformarse en un modelo operativo centrado en el cliente y crear transparencia en todas sus cadenas de suministro globales. La digitalización será la próxima fuente de abastecimiento.

McKinsey Apparel CPO Survey 2017, ‘The apparel sourcing caravan’s next stop: Digitisation’, McKinsey Apparel, Fashion & Luxury Group, septiembre del 2017

El potencial de la digitalización aún está lejos de alcanzarse

Ha habido algunas señales positivas de que la industria está comprendiendo la urgencia y los beneficios asociados de la digitalización. La adopción de soluciones establecidas y comprobadas de abastecimiento, planificación y desarrollo de productos está aumentando, al igual que la actividad con tecnologías emergentes como el diseño y la impresión en 3D, la automatización y la robótica, la identificación por radiofrecuencia (RFID, Radio Frequency Identification), los datos masivos y la inteligencia artificial (IA).

Sin embargo, la realidad es que la industria del vestuario se encuentra en una etapa muy temprana del proceso de digitalización. A pesar de un aumento en la complejidad y los costos de fabricación, junto con una reducción drástica de los tiempos de elaboración, la mayoría de las marcas y fabricantes siguen confiando en procesos manuales y sistemas desconectados para administrar sus negocios. En el mismo informe de McKinsey, dos tercios de los Chief Purchasing Officers (directores del área de Compras) encuestados de la industria del vestuario, quienes, en conjunto, son responsables de un valor total de abastecimiento de USD 137 000 millones, calificaron la madurez de la digitalización, y el de sus proveedores, como "bajo" o "muy bajo". Debido al panorama actual del consumidor y el comercio minorista, este enfoque simplemente no es sustentable.

La buena noticia es que esta necesidad de cambio crítica se reconoce cada vez más. El 80% de los Chief Purchasing Officers (directores del área de Compras) encuestados espera que la gestión digitalizada de procesos de extremo a extremo tenga el mayor impacto en el abastecimiento en los próximos cinco años, lo que sustenta la capacidad de desglosar los silos existentes entre el desarrollo, el abastecimiento y la fabricación de productos, y, en última instancia, posibilitar un negocio más ágil y eficiente, y una cadena de suministro realmente colaborativa. De manera crítica, casi el 90% de ellos prevé inversiones significativamente mayores en tecnología entre ahora y el 2030 para lograrlo.

Superar las barreras hacia la digitalización requiere un cambio en la mentalidad y las capacidades

Dado el tamaño del premio, ¿por qué la digitalización no es más frecuente en la cadena de suministro del vestuario? El uso generalizado de correo electrónico y Excel es una barrera clave, lo que da como resultado arquitecturas de sistemas, interfaces con los proveedores y calidad de datos no necesariamente ideales. Incluso en las empresas con herramientas más avanzadas, el hecho de que rara vez se integran en toda la empresa limita todo su potencial.

Si las empresas desean tener éxito en la digitalización del abastecimiento, deben ampliar su enfoque mucho más allá de los departamentos de abastecimiento y los procesos principales de abastecimiento. Para transformar sus modelos operativos y enfocarse verdaderamente en los consumidores, deben impulsar la eficiencia del proceso de extremo a extremo, la colaboración interfuncional y entre empresas, y la inmersión más profunda en el proceso de fabricación.

La iniciativa de transformación digital no debe ser un objetivo en sí mismo, sino que debe permitir procesos más rápidos, eficientes y flexibles. Las empresas necesitan examinar de cerca sus propias operaciones y las expectativas específicas de los compradores para identificar un enfoque en la adopción digital que ofrezca los mayores ingresos.

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